Aparte de los conflictos, nada deteriora tanto la seguridad alimentaria como las condiciones climáticas extremas. Las sequías y las inundaciones, las tormentas tropicales, las olas de calor arrasan las cosechas, afectan a los mercados, destruyen carreteras y puentes y sumen en la indigencia a millones de seres humanos. El PMA ayuda a las comunidades a analizar las condiciones meteorológicas y a protegerse de las perturbaciones. En 2018 el PMA aumentó significativamente el número de agricultores protegidos mediante microseguros en caso de malas cosechas. También colabora con los Gobiernos nacionales para ayudarlos a incorporar las valoraciones del riesgo climático en su planificación y a acceder a fondos para implementar las prioridades de gestión en materia de riesgos climáticos.

La malnutrición puede provocar retraso del crecimiento y deficiencias en el desarrollo del cerebro y supone una amenaza al potencial de la próxima generación. En todo el mundo es la causa de casi la mitad de las muertes infantiles. La malnutrición, que se relaciona con diversas enfermedades no transmisibles, representa, además, una enorme carga social y económica. No puede haber ninguna forma de desarrollo sostenible en las comunidades asoladas por la malnutrición. Los programas del PMA permiten a las personas tener una dieta variada y nutritiva en cualquier contexto. En caso de que sea necesario, ofrecemos programas para prevenir y tratar la malnutrición entre los grupos expuestos a mayor riesgo: niños pequeños, mujeres embarazadas y lactantes, y personas con VIH o tuberculosis. El año pasado nuestros programas para prevenir la malnutrición aguda llegaron a beneficiar a más personas vulnerables que en los últimos cinco años.

En 2018, el PMA se centró en la producción de datos empíricos y colaboró en un estudio histórico publicado por el Banco Mundial que subrayaba la importancia de la salud y la nutrición de los niños en edad escolar para determinar el futuro de una nación al asegurar el desarrollo de su capital humano. El estudio también permitió constatar que eran necesarias más inversiones en programas eficaces en función de los costos, como los de alimentación escolar, dirigidos a atender a los niños durante los primeros 8.000 días de vida. Este estudio, que más de un centenar de autores han tardado siete años en elaborar, justifica de forma muy convincente y apoyándose en datos empíricos la necesidad de ampliar los programas de alimentación escolar.

El PMA coopera con los Gobiernos para establecer y ampliar los programas de alimentación escolar. En 2018, traspasó la responsabilidad de sus programas a los Gobiernos de Kenya y Bhután, tras un plan de transición de 10 años. En lo posible, el PMA adquiere los alimentos localmente: el modelo de alimentación escolar basada en la producción local convierte a los pequeños agricultores en proveedores de los comedores escolares.

Los proyectos de asistencia alimentaria para la creación de activos (ACA) favorecen la seguridad alimentaria a largo plazo de los más pobres y allana el camino para el logro de la estabilidad y la paz. El concepto es muy sencillo: las personas en situación de inseguridad alimentaria reciben alimentos o transferencias de base monetaria para satisfacer sus necesidades alimentarias inmediatas, de forma que tienen más tiempo para ayudar a los vecinos a construir o reparar los activos comunitarios, o a rehabilitar sus medios de subsistencia. Puede tratarse de arreglar una carretera, plantar árboles o recuperar tierras improductivas. Estos proyectos sientan las bases para que las comunidades se alejen de la inseguridad alimentaria y sean más autosuficientes.

Aproximadamente un tercio de la asistencia del PMA se proporcionó en 2018 en forma de transferencias de efectivo: billetes de banco, cupones de un valor determinado, dinero electrónico, transferencias por teléfono móvil y tarjetas de débito. La asistencia en efectivo, con la que se pretende aumentar el valor de la ayuda tanto para los beneficiarios como para los donantes, permite a los beneficiarios —individuos y familias— comprar lo que verdaderamente necesitan, y fomenta la producción local, el comercio minorista y el sector financiero.

Aunque no es apropiada en todos los contextos (por ejemplo, donde los mercados son frágiles y las vidas corren peligro), la asistencia en efectivo es una parte importante del trabajo del PMA. Actualmente somos el primer proveedor de efectivo en la comunidad humanitaria y seguimos estudiando formas de empoderar a las poblaciones y de ofrecerles distintas vías para atender sus necesidades esenciales a través de los mercados locales.

En 2018, el PMA trabajó para crear una base de datos empíricos con el fin de demostrar que la igualdad de género era fundamental para la seguridad alimentaria y la nutrición, y apoyar su promoción y una programación integrada. Con este fin realizó: un estudio en seis países sobre cómo podían contribuir a la igualdad las transferencias de base monetaria; un proyecto piloto para una nueva herramienta con la que medir la igualdad de género en la seguridad alimentaria, desarrollada en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Gallup, y el marcador de género y edad que ahora le permite evaluar mejor la asistencia prestada a mujeres, hombres, niñas y niños.

Unos sistemas y servicios nacionales sólidos y fiables son esenciales para lograr el objetivo del Hambre Cero a largo plazo. El compromiso del PMA de ayudar a los países a dotarse de las políticas de seguridad alimentaria que mejor se adapten a su situación y a implementarlas tiene cada vez más peso en sus planes estratégicos para los países (PEP). Con ellos el PMA transfiere sus competencias y conocimientos a diversos agentes públicos, privados y de la sociedad civil, que desempeñan una función determinante para mantener las políticas y programas nacionales. Dado que el fortalecimiento de las capacidades es una nueva modalidad de trabajo para el PMA, este tendrá también que movilizar más recursos para los próximos años. Por lo general, este tipo de actividades experimenta graves limitaciones de financiación.